Comunicandole que en silencio deberia de recibir el aprendizaje de este lugar y que diera espacio a que el polen de silencio que habia rociado el colibri sobre ella debia de hacer efecto en sus canales internos durante su estancia en el vientre. La lechuza y Gaianauta emprenden el viaje y entran a una cueva la cual emitia una intensa luz rojo/naranja que conducia a un tunel de Fuego. Dentro del tunel un arbol poderoso se encontraba, sus raizes eran quienes producian la salida de la luz proveniente del fuego interior de la cueva. Las ramas de este abuelo arbol acogieron y abrazaron a Gaianauta sumergiendola en Agua muy caliente que salia del centro de la Gaia, un liquido morado y brillante. Al fondo de este se encontraba un circulo central, una olla de barro que contenia 13 piedras volcanicas, cuarzos y obsidianas. De ellas un hermoso polvo estelar brillaba y cantaban hermosos cantos de elevadas vibraciones que retumban y resuenan en el vientre. La lechuza junto a Gaianauta presenciaron la bienvendia del vientre de su madre y su propio vientre al mismo tiempo. La lechuza le dice a Gaianauta “ renace en tu memoria ancestral y recobra la sabiduria milenaria. El SUDOR y purificación que se genera provocado por los cantos y el calor son tu ofrenda cada gota proveniente de un recuerdo de las profundidades de tu ser.” Su sudor que era la lluvia que rociaba las piedras y se generaba mas calor asi la ofrenda en fractal comenzó a girar en espiral. Los rezos e intenciones serian flechas firmes al centro interno de su propio vientre. Ese sudor seria la lluvia que alimentaria los lagos y mares, los rios donde el vapor y el viento comunicarian las fractalicas geometrias de su escencia. El fuego de las raizes mantienen vivo al calor del Corazón central de su templo y el planeta Gaia, casa y testigo de las Alquimias del fuego conviertiendose en agua , el agua en vapor, vapor en sudor. Humilde y detonada Gaianauta abrio las 4 puertas que le fueron reveladas dentro de su ser comprendiendo que al Centro habia llegado.