En el dulce polen dorado del girasol que florecía en el centro del corazón del jardín de las delicias, lleno de raíces, hojas y micelio, crearon una hermosa y poderosa geometría sagrada que dio forma a un manantial profundo que se convirtió en un océano
Gaianauta se fusionó con el polen dorado, cayendo en el vasto océano de luz. El sentimiento que la envolvía era tan intenso que un fuego se activó en medio de su pecho, se encendieron los ámbares de su corazón y comenzó a llorar de éxtasis y gratitud. Cada lágrima se convirtió en una semilla de luz brillante. Estaba en un estado entre flotación y caída libre a la inmensidad, se sentía rodeada por una fuerza poderosa. Mientras estaba sumergida en el océano, sintió la presencia de un ser poderoso. Gaianauta tenía los ojos completamente cerrados, pero a través de sus párpados podía ver un gran ojo mirándola con fuerza. Era un árbol antiguo que le estaba hablando, sus hojas bailaban bajo el agua lentamente creando una vibración y un sonido que era melodía para su corazón. Gaianauta comenzó a cambiar de color al igual que el árbol iba cambiando de azul a morado y rosa, luego amarillo, naranja y dorado creado por los tonos de sus melodías al danzar. La luna llena brillando en el agua elevo la energía de la danza y el romance entre el cielo y la tierra. Cuando Gaianauta sintió que en su pecho se abría un ojo en medio de su corazón, pétalos de girasol comenzaron a florecer desde el centro de su corazón que se había despertado. En este momento ella sintió un amor propio inmenso.
De la corteza del árbol un hermoso hombre, que se parecía a ella, salió y flotó hacia ella y la besó en la frente, activando una frecuencia vibratoria que tenía un sonido que la hizo temblar como un terremoto. Este beso provocó el recuerdo de lo que era este sentimiento y de quién es este hombre. Comenzaron a bailar en dulce armonía y a besarse lentamente, simplemente llamándose telepáticamente a una dimensión de Amor puro, sanando todas sus heridas.
Las olas creadas por su encuentro en el vasto océano dorado del Amor comenzaron a cantar melodías con el mensaje llamando al recuerdo de que la Verdadera esencia y fuerza de la creación es el Amor. El Amor es el cordón umbilical con el que están tejidas todas las tribus, el Amor es el hilo sagrado que une a los Amantes en todas las dimensiones y re-configura la falsa creencia de la separación.
Mientras los Amantes se besaban, fundiéndose el uno con el otro en la omnipresencia de la fuerza de la creación, se dieron cuenta de que el corazón nunca miente y que toda la Verdad se encuentra dentro. Sus corazones explotaron desde lo más profundo desde este Amor que jamás habían sentido dando a luz al jardín de delicias lleno de flores de verdad, hojas y hongos que crecían del árbol, se sincronizan con sus corazones latientes convirtiéndose en Uno en Conciencia Amorosa, manifestando este Amor para evolucionar hacia su ser supremo, remendando sus corazones en la llama interior, porque el corazón es el altar sobre el cual ofrecemos nuestra inocencia y existencia.