La visión se elevó y ese vasto océano estaba contenido en una olla de barro rojo, que encendido por el fuego sigila esos secretos que solo guarda una gota de agua cayendo al fuego. La gota, aquella que en vapor se convierte, en la neblina que carga el rocío por la mañana besando suavemente la tierra.
Las hojas, las hojas se transforman en alas de avispa anunciando la creación,
Arco-Iris de 7 colores emanan de su vuelo, levantando el velo.
8 noches prendiendo el fuego en contemplación.
La llama suave que polvorea los tejidos de algodón,
aquel que florece en tierra sagrada su corazón.
Abriendo el corazón se abren los caminos, paso a paso en resiliencia y devoción.
Dejate quebrar profundo para darle la bienvenida a la luz a tu cueva más oscura.
Procura recibir la dulzura y permite que la luz bese tu oscuridad.